Japón y su singularidad es capaz de provocar admiración contínua , es un paraíso para el turismo. Viajar en Japón es notablemente confortable a pesar de la barrera del idioma . Como algo excepcionalmente diferente a alojarse en un hotel resulta el hacerlo en un ryokan (hotel tradicional japonés) en el que podrá sumergirse desnudo en un onsen (baño termal) junto con otras personas , quizá resulte extraño al principio, pero es el colmo de la relajación. Sentarse en un tatami vestido con un quimono y comer pescado crudo y verduras de montaña puede que no sea lo más habitual, pero es inolvidablemente delicioso.
Japón observó con sabiduría y espíritu crítico a Occidente y dijo:?Tomamos vuestra tecnología, pero conservamos nuestra cultura?. Practica una religión animista-panteísta centenaria mientras está a la cabeza de los avances tecnológicos. Es un país en el que decenas de millones de personas pueden apelotonarse en ciudades superpobladas sin perder la calma. Mientras se explora Japón, a menudo uno se asombra de cómo los japoneses hacen las cosas y, quizá, con la misma frecuencia, por qué no hacemos lo mismo en el resto del planeta.